Jugamos como siempre y perdimos como siempre, no cabe la menor duda de ni los clichés van con nosotros. Hemos nacido para sufrir. En mis 21 años de vida, casi 22, nunca sentí tanta vergüenza como ahora, lo peor es que tengo amigos chilenos que se burlan de mi. Sin ofender a mis hermanos del sur, claro ,saben a lo que me refiero.
Decir que soy peruano me llena de orgullo, me siento en la gloria cuando hablo sobre mi pasado, me siento orgulloso cuando me dicen: cholo, serrano, indio, lingoteado, etc. Lo único malo es que mi equipo es el de la franja roja, ese que se ubica al fondo de la cola, ese que "buen amigo" que deja pasar a los demás para hacer el trámite Sudáfrica 2010. Aún así me peleo con todos sobre fútbol, defiendo el balompié peruano aunque sé que lo que hago está demás. Discuto con el pasado, obviando el presente. Claro, discuto con rabia, con el corazón, y siempre con la cabeza baja. Solo me queda reconocer lo que no soy, y lo que son los demás como Ecuador y Chile.
Todos esos señores que salen por clabe, o televisión nacional deberían darse cuenta que el 4-4-2 ó 3-5-2 !NO SIRVE!. ¿Chemo?, ¿Burga?, ¿Woodman?. Ok, supongamos que se fueron...¿Y?. No pienso entrar en discusión sobre la problemática del deporte, pero hay que ponernos la mano en la cabeza, no en el corazón. No es cuestión de huevos, es simplemente tener vergüenza.
Esta nota no es hecha con odio y tampoco tiene la solución. Solo quiero dejar en claro que siempre me mataré por la selección, aunque digan que es de locos, pues loco estoy. Y aseguro que no soy el único. Resumiendo, apoyar no es criticar.
Víctor Robles M.
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